"CORALINE", VOLVÍ A SER NIÑO CON UNA DE LAS MEJORES PELÍCULAS QUE HE VISTO... EVER!

Me perdí la posibilidad de ver "Coraline" en el cine, y sabiendo que la cinta era del mismo director y con un formato parecido a "The nightmare before christmas" (una de mis películas favoritas) no tuve duda en encargar la cinta por amazon para tenerla apenas saliera a la venta.

Luego de meses de espera recibí la película y no pude aguantar un día sin verla... así que salió de la caja y se fue directamente al reproductor.

Cuántas veces el entusiasmo y las expectativas nos juegan malas pasadas con las películas dando como resultado decepciones lamentables... por lo mismo siempre he tratado de no esperar mucho. Con "Coraline", sin tener muchos argumentos en realidad, no pude contenerme y me arriesgué a quedarme con las ganas de ver algo bueno... pero en fin... en este riesgo también hay un gustillo especial.

La cosa es que vi la película y sinceramente quedé maravillado con la obra de arte que dejó mis ojos irritados de mantenerlos tan abiertos y vista fija a la pantalla... pestañando menos para no perderme ni el más mínimo detalle de la acción y de una historia que contiene una magia hipnotizante.

Esta cinta está hecha para niños y justamente así me sentí... una nostalgia tremenda de recordar la ingenuidad y la imaginación que dominan la edad temprana de todos nosotros donde nada es imposible y los miedos radican en millones de cosas, la mayoría provenientes de los universos inventados por nuestra cabecita, cuando en realidad lo único a lo que deberíamos temer es a convertirnos en adultos olvidando lo que fuimos y sentimos cuando niños... dejando esos sueños y esperanzas enfocadas en una felicidad permanente enterrados y reemplazados por otros intereses nacidos de los vicios que nos invaden al ir creciendo y madurando.

"Coraline" fue filmada en stop-motion, lo que significa filmar a muñecos y maquetas hechas a mano y ambientadas con elementos reales, desarrollados por la imaginación y el talento de artistas especializados que crean mundos pequeños y que logran verse en pantalla con un estilo y único y característico.

En este caso el talento artístico es innegable, dejándome en un estado de satisfacción sensible realmente pleno al ver las secuencias que poseen además un ritmo y musicalización perfectas, logrando acciones que son realmente un placer sublime a la vista de todo quien aprecie una buena obra de arte y de excelencia visual. Estando frente a la pantalla se siente como que uno podría tomar cualquier cuadro de la película, ponerle un marco y colgarlo de la pared de la pieza.

No podré olvidar las escenas de Coraline bailando mientras sube la escalera de su casa, cuando su "otro padre" improvisa una canción acompañado de un piano o la inmejorable secuencia donde el circo de ratones se muestra en todo su esplendor.

Ya había olvidado lo que se siente al ver una cinta que antes de terminarla ya sabes que esta será parte de tu vida, de esas tres que uno nombra cuando te preguntan cuales son tus películas favoritas y que en definitiva lograron conmoverte hasta lo mas profundo de tu ser.

Por una hora y media recordé ser niño... pero lo mejor fue que el efecto está aun dentro de mí y el recuerdo de lo que fui fue tan gratificante, que aun no dejo que se vaya... es más... comprendí esta vez lo que se pierde al crecer y por lo mismo cuidaré esa alegría, esperanza, imaginación y bondad ingenua que volvieron por milagro a mi persona... todo gracias a "Coraline".